La fiesta de Navidad en Monaco, Espírítualídad templaría

Por Eva Cornelia y Michael Riche-Villmont, Copyright

  1. La nobleza y caballerosidad en Mónaco

Hablando del Principado de Mónaco, la mayoría de las personas que lo han visitado o que han aprendido detalles sobre el pequeño estado de la Riviera mediterránea, aprecian las bellezas arquitectónicas y urbanísticas, los paisajes asombrosos, los magníficos puertos con yates lujosos, el estilo de vida exclusivista de los residentes. En una palabra, admira lo que ha logrado convertirse el principado: el paraíso del lujo y del bienestar, de la sabiduría y de la belleza, donde el hombre ha procesado la roca, transformándola de una piedra enorme, en una joya llena de vida.

Pero, la gran riqueza del principado es la espiritualidad de la comunidad, la vida espiritual diversificada, compleja y profunda que las pequeñas comunidades lugareñas la viven.  Porque los lugareños del principado tienen una espiritualidad propia, basada en fe, en tradiciones propias y grandes valores humanos, espirituales que sostienen e impulsan el desarrollo de la vida material.

De esta cosa me he convencido entonces cuando he conocido una de la espiritualidad de la comunidad del principado, la de la nobleza y del caballerismo. El principado tiene sus propias Órdenes dinásticas: Ordre de Saint-Charles, orden caballeresca dinástica, fundada por medio de la Ordenanza de enero de 1863, por el Príncipe Carlos III de Mónaco; Ordre des Grimaldi, fundada por medio de la  Ordenanza  1028, del 18 de noviembre de 1954; Ordre de la Couronne, fundada por medio de la Ordenanza del 20 de julio de 1960. La importancia especial y el prestigio de estas Órdenes están evidenciados de que están bajo la directa dirección de S.A.S.Prince de Mónaco.

Existen otras órdenes y medallas que se otorgan a las grandes personalidades del dominio cultural, el de la Cruz Roja, etcétera.

Las Órdenes dinásticas de Mónaco son muy importantes y el propósito de su fundación ha sido el de animar el desarrollo espiritual especifico-lugareño, de promover las grandes virtudes cristianas y de reconocer y recompensar la nobleza del espíritu humano, las grandes personalidades lugareñas y extranjeras, las de las artes, de la cultura, de la ciencia, de los dedicados a la caridad.  Son reconocidos los méritos de las personalidades quienes por su trabajo y su ejemplo traen grandes servicios al Principado y a la humanidad, siendo estas órdenes ellas mismas una forma de la alta espiritualidad que se desarrolla en el Principado.

Además de las órdenes caballerescas propias, en el principado hay también otras órdenes caballerescas, entre las cuales (denominaciones usuales): La Orden de los Caballeros Templarios, La Orden de los Caballeros de Malta, La Orden de los Caballeros del Santo Sepulcro, etcétera.

Los miembros de la Orden de los Caballeros Templarios (l’Ordre de Templiers de Jérusalem, OSMTH),  El Priorato de Mónaco, tienen una vida espiritual impresionante, por las propias actividades especificas caballerescas, por la apertura y la colaboración internacional y la participación a las obras de caridad.  El espíritu templario está llevado y transmitido con devoción por algunos hombres devotos a la evolución  espiritual. Muy interesante es la propia biblioteca que contiene obras editadas en francés, italiano e inglés, de historia, dogma, simbolismo y espiritualidad templaría.

Pero sobre los caballeros templarios del Principado, presentaremos más datos en otro ensayo, dedicado a estos, porque el presente ensayo está dedicado al espíritu de nobleza de todas las Órdenes dinásticas y caballerescas  del Principado a su profunda espiritualidad, portadora de los valores humanos, espirituales y morales.      

  1.   La fiesta de Navidad – espiritualidad templaría

25 de diciembre, un día hermoso, soleado, en el Principado de Mónaco. Un día con un profundo significado espiritual para los caballeros de todas las órdenes nobiliarias: la fiesta del Nacimiento de Cristo, día de Navidad. Un día de la fe, del espíritu, festejado en el Principado con gran dedicación y como cada año, la parte artística, la intelectual y la caballeresca de la comunidad del Principado, han armonizado las actividades y han colaborado para destacar el aspecto espiritual, cosa difícil en ese mundo de lo comercial. Impresionante me ha parecido en este contexto, la manera como han festejado la Navidad los caballeros de la Orden del Templo de Jerusalén, junto a toda la comunidad monegasca.

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Para los templarios de la Orden, el programa de las festividades de Navidad ha sido rico, diversificado y con una espiritualidad evidente, personalizada. Las actividades caballerescas especificas han comenzado desde el 23 de diciembre con una reunión capitular dedicada tanto al solsticio de invierno (21 de diciembre) momento cuando el sol comienza el recorrido en su trayectoria ascendente, como también a la gran fiesta cristiana. Tomando los significados espirituales de las saturnales romanas (17-23 de diciembre) que  marcaban el comienzo, un año de cambio y desarrollo de la naturaleza y del espíritu, el cristianismo le sobrepone el verdadero Comienzo  del espíritu humano por medio del nacimiento de Cristo, Comienzo  que ha cambiado la manera de pensar y de vida de los cristianos.

A estos profundos significados espirituales les ha sido dedicada según nos han mostrado, la reunión festiva de los caballeros del templo de la fe, de Mónaco, asociados en el comando St.Michel. La reunión capitular, con su excelente apertura internacional desarrollada en l’Eglise de Saint Paul,   ha sido un motivo ideal para que su Excelencia G.C y su Excelencia M.P presentar a los caballeros y a los asistentes, algunos datos sobre la historia y el significado de la Fiesta del Nacimiento de Jesucristo.  Y porque no, han sido momentos de rememoración interior, por cada uno de los participantes, de la venida de Cristo a la tierra y Su misión de sacarnos de la prisión de los vicios, por la toma del pecado primordial sobre él. Él nos ha mostrado el camino por el cual cada uno de nosotros, un Fausto atado por la promesa de la vanidad del Mal y del vicio, rompemos las cadenas espirituales de la esclavitud del pecado.

De sus relatos me he enterado que la historia interesante de la Navidad[1] viene de la antigüedad, de Babilonia, continuada en la antigua Grecia y Roma. Los antiguos han observado que en la segunda mitad del mes de diciembre, el día comienza crecer y la naturaleza renacer. Eran los días (17-23 de diciembre) de festejar al dios Saturno, saturnália (Las Saturnales),  con actividades festivas, que han atraído pueblos enteros, creando de esta manera costumbres seculares. Conforme a la fe romana precristiana, 25 de diciembre era el día en el que ha nacido el Sol. En el año 46 antes de Cristo, el emperador Julio César ha instituido el calendario juliano, conforme el cual el nuevo año comenzaba el 1 de enero, siendo festejado según las costumbres de saturnália (Las Saturnales), junto al nacimiento del Sol.

Más tarde, después de la aparición del cristianismo, en el año 221, los cristianos del Oriente cercano han festejado la fecha de 25 de diciembre  como día del Nacimiento de Jesucristo, el Sol del Cristianismo, y desde el siglo 14, la Iglesia ha consagrado esa fiesta importante.

Para los templarios, como soldados pobres de Cristo y del Templo de Jerusalén, el Nacimiento de Cristo es más importante porque esos antiguos caballeros han dedicado sus vidas y sus batallas a Cristo.

El ritual especifico que ha seguido a las interesantes presentaciones de los significados de la Navidad, se ha comprobado ser un verdadero espectáculo del simbolismo templario, en cual las armonías profundas de las canciones gregorianas y de las áreas de las obras de Mozart (Sonata di chiesa, Requiem, Gloria in excelsis Deo), como parte integrante del ritual, han llevado a los caballeros hacia  tiempos de profunda fe y gloria del templarismo de Hugues de Payens  y de San Bernardo de Claraval. Momentos de pérdida de sí mismo en la alta espiritualidad de más allá del tiempo, la de las virtudes divinas del Templo eterno. Momentos por los cuales a veces puedes pasar y que te marcan con su profundidad y su pureza, que te purifican y te fortalecen para servir al Bien y a la virtud. Momentos que te hacen consciente del privilegio que tienes por parte del caballerismo y de la nobleza espiritual. A lo mejor también agradecido con los que han logrado consolidar una semejante asociación caballeresca, asociación del alma, espiritual, aquí, sobre la roca del templo de Hércules.

La reunión capitular, el ritual caballeresco,  se han constituido como el momento de la historia, dogma y espiritualidad templaría en el marco de estas actividades dedicadas a la celebración de la Navidad,  el ritual siendo la modalidad de asegurar la continuidad de la existencia de los valores espirituales, morales, culturales del espíritu templario.

¡Si todas las reuniones capitulares de esta esplendida asociación  tienen una semejante vivencia, entonces el espíritu templario ha encontrado el templo ideal para la rememoración de su antigua gloria! Porque la gloria no les pertenece, ellos solamente la vuelven a vivir. Non Nobis Domine…….

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En éste hermoso día del 25 de diciembre, aún impresionado de la atmósfera de una profunda espiritualidad de la reunión capitular, Cornelia y yo hemos esperado la hora de la salida hacia la catedral arzobispal ,donde íbamos a participar a la misa de Navidad.

Hemos mirado alrededor. En el salón elegante, ubicado cerca de la recepción del hotel, todas las mesas estaban ocupadas. Probablemente, muchas personas han querido estar aquí en el Principado con la ocasión de las fiestas de invierno, lugar donde el espíritu de la Navidad, presente en las vitrinas, en la calle y en los edificios, en las miradas y la actitud de las personas, se armoniza  con los paisajes esplendidos, con la elegancia, la distinción y el prestigio de este verdadero paraíso.

«Creo que es tiempo de irnos”, ha dicho Cornelia, mirando al comisario que se ha acercado a nosotros, teniendo dos hermosos ramos de rosas blancas y quien luego nos ha acompañado al taxi.

El camino desde el hotel situado en la orilla del mar, en la zona Larvotto y hasta la  Cathédrale Notre-Dame-Immaculée, la catedral arzobispal del Principado de Mónaco, ubicada en Mónaco-Ville, lo hemos atravesado en algunos minutos, admirando las calles limpias, los espacios verdes y la multitud de las zonas llenas de flores. Y las vitrinas, arregladas con gusto, que ostentaban de una manera atractiva sus productos destinados para regalos.

La catedral brillaba en la luz del sol mediterráneo, como si hubiera expresado su alegría de recibir tantas personas. Porque en la plaza habían muchas personas que se dirigían hacia las escaleras de la catedral. La elegancia de los que iban a participar a la misa religiosa de Navidad, demostraban una vez más  el grado de civilización de la comunidad, amplificado por el deseo de cada uno de mostrar su personalidad y su refinamiento. Como una mancha de color, pero también una reflexión de su orgullo personal, en esa multitud se veían hombres portadores de los mantos caballerescos, uniformes de los caballeros de la Cruz Roja, de los caballeros de la Cruz Blanca, de los caballeros de la Orden del Santo Sepulcro y de los caballeros que pertenecían a otras órdenes. Caminaban hacia la entrada de la iglesia, acompañados por las esposas y por los hijos, señal de su espíritu de familia. Un espíritu tradicional hermoso, animado por la espiritualidad caballeresca.

Cathédrale Notre Dame Immaculée, conocida por la comunidad lugareña  también bajo el nombre de Saint Nicholas, es una construcción esplendida, en estilo gótico, con tres entradas, con arcadas y roseta de la sabiduría en la parte superior de la entrada principal. Ella ha sido construida comenzando con el año 1874, en el lugar de la ex iglesia Saint Nicholas y consagrada en el año 1911.  El interior de la catedral es igual de valioso  como también el exterior de esta, armonizándose para expresar la atmósfera de piedad, devoción, tan necesaria al silencio para la recepción del espíritu divino, durante y después de la misa.  Entrando en este templo de la fe, tienes la impresión que estas al encuentro también con la historia: aquí han encontrado su sueño eterno muchos de los líderes del Principado, entre los cuales también el príncipe Raniero III y la Princesa Grace Kelly.   Y después de que hemos admirado el Gran Altar y la silla episcopal de mármol, las pinturas esplendidas y las arcadas, hemos dejado un ramo de flores a sus tumbas, como respeto para lo que estas grandes personalidades representan en la historia del Principado.

La atmósfera específica de la iglesia también nos ha impresionado.  Hemos venido unas cuantas veces más aquí a la catedral y cada vez nos ha impresionado la atmósfera de paz, el llamamiento tácito a oración , al encuentro con lo Divino. ¡A reflejar sobre lo que somos y lo que queremos ser! ¡Sobre lo que dejamos atrás de nosotros!

La Misa de Navidad ha comenzado con los acuerdos divinos del gran órgano de la catedral, que acompañaban el canto del coro de los niños. Un mini concierto   que ha electrizado a la asistencia y la ha preparado para la emocionante misa religiosa, que cada uno de nosotros la ha vivido como una experiencia de la fe en Él que se ha sacrificado para el Bien y para la Verdad.

Del lugar donde nos encontramos, cerca de Sus Excelencias, los templarios, hemos mirado tanto que hemos podido hacia la asistencia, buscando ver a los que llevaban puestos los mantos caballerescos.  Y lo que he visto, su actitud, comprobaban lo que esperaba ver: el sentimiento profundo de lo que significa la fe cristiana. Era probablemente el momento de la verdad.

Luego, después de un tiempo indefinido, cuando la misa se ha acabado, la asistencia ha dejado el cuerpo de la nave en un silencio completo, señal de que el recogimiento de cada uno continúa. Los Templarios, probablemente del instinto, han salido juntos, uno al lado del otro, con sus familias en medio, como si las hubieran protegido. ¿Señal de la unidad de la antigua camaradería? Más que seguro, como reflejo de la defensa de la familia y de los valores familiares.

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Un concierto de ópera, en cualquier lado del mundo, tiene una atmósfera especial, especifica, generada por la arquitectura y el interior de la construcción, con las monumentales entradas, vestíbulo y sala de espectáculos. En el mismo tiempo, la atmósfera festiva, aristocrática, está generada también por las personas participantes al concierto, por la elegancia, el refinamiento y la majestuosidad  de los participantes y, no por lo último, por la distinción, los gestos y su comportamiento lleno de cortesía. Todas estas completadas por la alta y sutil espiritualidad del templo de la música, templo de la cultura dada por el encanto de un elitismo del espíritu educado, conocedor de la música.  Es más, Salle Garnier de Monte Carlo  muestra la atmósfera de elitismo, refinamiento y espiritualidad, como una característica de la comunidad del Principado. Sobre todo en este periodo de las fiestas de invierno.

La última actividad festiva organizada por los caballeros del Principado, en el contexto de las fiestas de Navidad, ha sido el concierto de música clásica que ha tenido lugar en la noche, en la sala de la Ópera situada en el edificio del Casino. La historia [2] de la sala de la Ópera de Monte Carlo es interesante, pero poco conocida.

En el año 1850, el príncipe Carlos III de Mónaco ha iniciado la construcción de un nuevo barrio, llamado Monte Carlo, una vez con la liberalización de los juegos de azar. En el nuevo barrio, ha decidido elevar una construcción que sea como sede de los juegos de azar y ha contratado al arquitecto Charles Garnier, el que ha proyectado y construido el conocido edificio de la Ópera de París, el Palacio Garnier.

Adepto al estilo  Beaux Arts, estilo imperial de la época de Napoleón III, Garnier ha comenzado la construcción del edificio en el año 1858, siendo finalizada en el año 1863. En el año 1870, el Príncipe Carlos ha pedido al arquitecto  Garnier organizar adentro de la construcción del  Casino,  también una sala de conciertos, organización que ha durado nueve años. El resultado ha sido asombroso, una sala esplendida en el mismo estilo Beaux Arts.

Como una coincidencia interesante, la inauguración de la sala, denominada Salle Garnier, situada en la parte del Oeste del edificio, ha sido hecha en el mes de febrero del año  1879, con la opereta Le Chevalier Gaston, del compositor Robert Planquette.

Así que aquí, en Salle Garnier, ha tenido lugar el concierto de Navidad, en el programa siendo áreas de la Oratoria «La Creación” de Haynd, Church Sonatas de Wolfgang Amadeus Mozart y algunas sonatas de G. Verdi y de  Beethoven, dedicadas a estos días llenos de espiritualidad de la Navidad, de la fe y de la esperanza. Elegidas con cuidado para evidenciar el espíritu de la Navidad, así como lo han vivido los compositores de los tiempos pasados, las piezas musicales interpretadas por la orquesta de la Ópera han logrado impresionar a la asistencia, formada en gran parte por los caballeros y sus familias, buenos conocedores de la música clásica. El rendimiento de la orquesta ha sido magnifico, impresionante por la autenticidad y los sentimientos transmitidos al público.

El concierto ha sido y ha quedado en el recuerdo de los participantes, un momento de valores morales, arte y cultura de referencia en la vida espiritual del caballerismo templario del Principado.

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Rememorando esos días y las actividades caballerescas organizadas por los  templarios de Mónaco, he realizado el hecho de que cada una de estas actividades, momentos distintos  de la suite de las festividades de celebración de la Navidad, han sido componentes de su vida espiritual y han tenido un mensaje propio transmitido a los participantes y no solamente a ellos: el espíritu templario, el templarismo como una corriente espiritual, tiene una historia propia, estrechamente relacionada con la fe cristiana y con los valores morales propios.  Y  los templarios son creadores y beneficiarios de muchas de las creaciones artísticas, literarias, musicales, etcétera. Y nos hemos alegrado de que hemos tenido el privilegio de conocer también otra modalidad de manifestación de la vida espiritual caballeresca.

Nota:

En cualquier ensayo, sea de ficción o de realidad, es importante el hecho de que el espíritu tiene esos valores y virtudes conforme a su nivel de evolución.

Copyright©2017.Todos los derechos pertenecen a los  autores  Eva Conelia y Michael Riche-Villmont

] Wikipedia, Enciclopedia libre

[2] Wikipedia, Enciclopedia libre

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