Copyright©2016.Todos los derechos pertenecen al autor Michael Riche-Villmont
Dedicado a los valientes hospitalarios-monjes, sanitarios y militares-quienes, durante siglos se han puesto al servicio de la fe, de la nobleza del espíritu y en el servicio de los enfermos, sacrificando muchas veces su propia vida
15 de julio… Jerusalén – La Ciudad Santa, la ciudad eterna, lugar de encuentro de las civilizaciones humanas, de las culturas orientales y occidentales, el lugar de donde la Luz Divina ha comenzado iluminar la humanidad, el lugar en el cual la historia y la espiritualidad nos revela la profundidad de la esencia humana. Y sobre todo, es el lugar en el cual la humanidad se ha salvado del pecado original. Tal vez así se explican los sentimientos profundos y complejos que cualquier visitante tiene al encuentro con la Ciudad Santa. No importa cuántas veces visita la ciudad, porque la mayoría de los visitantes son personas de fe, personas del espíritu, o quienes concientizan y toman la profunda espiritualidad de estos santos lugares.
En este contexto, he notado como un hecho normal, la experiencia espiritual compleja, expresada en diversas formas de manifestación de las personas distinguidas que he encontrado en Jerusalén: miembros de las Órdenes de Caballería. Hombres de la nobleza de la sangre y del espíritu, miembros de varias Órdenes de Caballería con origines medievales y existencia ininterrumpida, quienes han hecho su deber de honra y de dignidad de ser promotores de la espiritualidad cristiana.
Sus experiencias, de los nobles, caballeros de nuestros días, de una espiritualidad evidente, se debían tanto a la influencia benéfica de los lugares históricos sagrados, como también la razón de su presencia en la bendita ciudad.
Algunos de los miembros de las Órdenes de Caballería se han encontrado aquí, en Jerusalén, para honrar el heroísmo y el sacrificio de los cruzados, quienes el 15 de julio de 1099, han conquistado Jerusalén y han constituido el Reino Latino de Jerusalén, el Principado cristiano de Antioquía, el Condado de Edesa y el Condado de Trípoli. ¡He dicho que eran personas distinguidas!
Realmente, el grupo de caballeros era formado por descendientes de los nobles cruzados quienes han luchado para la conquista de Jerusalén, en 1099, como también los descendientes de los caballeros quienes con el tiempo, han luchado en cruzadas, como miembros de las Órdenes de Caballería, para la defensa de los lugares santos. Los nobles caballeros, miembros de muchas Órdenes dinásticas, nobiliarias, religiosas y caballerescas, poseedores de las más altas Órdenes, medallas y distinciones nobles, han decidido revivir con el alma y espiritualmente, aquellos momentos dramáticos del verano del año 1099, entender mejor los resortes espirituales que han determinado a los antiguos caballeros soportar las privaciones inimaginables de la cruzada y hacer, muchos de ellos, el sacrificio supremo en el nombre de la fe y de los valores caballerescos. Pero también los sentimientos y las experiencias únicas que han tenido los cruzados al cumplimiento de la misión de liberación de los Lugares Santos. A lo mejor querían expresar su gratitud ante el sacrificio de los cruzados medievales y el orgullo de ser los descendientes de quienes han escrito páginas de la historia de la humanidad.
Las actividades ocasionadas por este encuentro, se han desarrollado durante tres días, incluyendo el simposio histórico, visitas a Jerusalén y en los principales lugares históricos y de la fe, en el territorio de la Tierra Santa, discusiones libres, misa conmemorativa, etcétera. El Simposio, seguido por discusiones libres entre participantes, se ha desarrollado en las salas del fuerte conocido bajo el nombre de la Torre de David, el lugar en el cual Godofredo de Bouillón[1], junto con su grupo de caballeros, seguido por Raimundo de Tolosa, ha entrado en la ciudad de Jerusalén.
Impresionante era el hecho de que esos hombres, en las más importantes posiciones sociales, personalidades profesionales de notoriedad en sus dominios de actividad, presentaban emocionados, aspectos de la historia de sus familias, hazañas de armas de sus antepasados, contaban la manera en que han perdido a muchos de los caballeros de los viejos tiempos. Lo que presentaban los altavoces, no eran datos científicos, informes históricos, sino momentos y acontecimientos de la vida, eventos reales a los cuales han participado antepasados de los caballeros de hoy en día. Eran eventos históricos, acontecimientos de vida durante la primera cruzada de la liberación de Jerusalén y durante el reino. Estos eventos contados por los que los saben de sus antepasados, recibidos como herencia de familia, son la verdadera historia, vivida ahora por los participantes, recibida herencia como lección de vida y modelo de actitud. Y se ha convertido en tradición caballeresca.
Atmósfera de profunda espiritualidad se ha manifestado también en los informes y los ensayos, basados en el rigor científico, presentados por algunos historiadores de notoriedad, consagrados como expertos en el caballerismo medieval. Los historiadores, quienes habían publicado obras científicas o novelas históricas sobre cruzadas, caballerismo y Órdenes de Caballería, han logrado crear el contexto histórico en el cual se han desarrollado las hazañas de armas, capa y espada, hechos heroicos que se han vuelto leyendas y eventos románticos, llenos de misterios y magia oriental, con iniciaciones esotéricas y espíritus reencarnados. Porque estos caballeros de hoy en día conocen muchos, demasiados acontecimientos increíbles sobre el mundo esotérico medieval, magia oriental y misterios medievales que se manifiestan también hoy, sobre los espíritus protectores de sus antepasados, sobre los paladines[2] del Templo de Salomón y los secretos de los eruditos antiguos. El encuentro entre cristianos y las ciencias, el esoterismo y la magia oriental se han producido justamente debido a las cruzadas cristianas.
… La primera cruzada cristiana… Año 1095. El Imperio Bizantino se encontraba en gran peligro, rodeado y atacado por los ejércitos del Sultán Selyúcida, una parte del territorio estando ya perdida. A la solicitud del emperador Alexie del Bizancio, Papa Urbano II ha llamado al mundo cristiano a la cruzada contra los selyúcidas, convocando también un Consejo a Clermont, en el reino de Francia. Mediante esta acción, el Papa seguía al tanto la reconquista del territorio de la Tierra Santa, como también la reunificación del mundo cristiano, según la división de… Contestando al llamamiento papal, un número de nobles europeos, en especial de Francia, han organizado una cruzada[3], cual ha empezado su marcha hacia Jerusalén el día de 15 de agosto 1096, en la Fiesta de la Asunción de María. Después de una marcha larga, que ha durado tres años, tiempo en que los cruzados han peleado varias batallas, han tenido privaciones, enfermedades, desacuerdos internos, han llegado a las puertas de Jerusalén, el 6 de junio de 1099, con solamente un tercio del número inicial de los combatientes.
Débiles por enfermedades, hambrientos, con la moral debilitada, abrumados por el calor tórrido del verano , los cruzados liderados por el duque Godofredo de Bouillón, junto con los hermanos de Eustace y Baldouin, el conde Gilberto de Provenza, el conde Raimundo de Tolosa, Esteban de Blois, Roberto de Flandes, Hugo de Vermandois, el hermano del rey Felipe de Francia, Tancredo de Normandía, Bohemundo de Tarento y su sobrino ,Roberto de Taranto, Hugues de Payens, etcétera, han asediado la ciudad de Jerusalén.
Los primeros días de asedio han sido desastrosos para los cruzados. Los 1500 caballeros y aproximadamente 20000 pedestres no tenían alimentos, agua, sin posibilidades de suministro, sin materiales de los cuales puedan construirse torres de asalto, escaleras de asedio y plataformas de ataque. La única cosa que les había quedado, era la fe. Fe sostenida por coraje, honor, como también voluntad de vencer al enemigo que los estaba desafiando desde los muros de defensa. A medida que los días pasaban, la moral y la voluntad de vencer eran reemplazadas por la duda, luego por el sentimiento de abandono de la lucha, de renuncia. Y sin embargo…Han recibido de Europa algunas pequeñas cantidades de alimentos, agua han encontrado en los pueblos de alrededor, y la madera para la construcción de las torres de asalto, la han obtenido demoliendo las naves venecianas que les han traído los alimentos. Esta preparación exhaustiva les ha devuelto la confianza en el logro del asedio.
Como para aumentar la confianza de los cruzados en victoria, uno de los monjes los ha llamado en el nombre del legado papal Adhemar de Le Puy, fallecido durante la cruzada, a un ayuno de tres días y procesión al Monte de los Olivos. Después de los tres días de ayuno, en la noche de 14 de julio de 1099, los cruzados han desencadenado el asedio de la ciudad de Jerusalén. Y, el milagro se ha hecho. Con esfuerzos sobrehumanos, los cruzados han logrado conquistar una porción del muro de la ciudad de Jerusalén , respectivamente la Torre de David, de donde han entrado en la ciudad Godofredo de Bouillón y sus soldados de Lotharingia, seguido desde cerca del conde Raimundo de Tolosa y los soldados de Provenza.
Luego, los eventos han empeorado. Ha comenzado una matanza horrible, cometida por los soldados que se negaban seguir obedeciendo las órdenes de los comandantes. Un horrible acto, lamentable, condenado por la historia y muy difícil de olvidar. Uno de los eventos oscuros que han caído con el tiempo sobre la heroica ciudad.
En los siguientes días después de la conquista de toda la ciudad, los nobles comandantes de los cruzados han decidido la fundación del Reino Latino de Jerusalén, el primer rey, provisional, bajo la denominación de Advocatus Sancti Sepulchri, Defensor del Santo Sepulcro, ha sido Godofredo de Bouillón, después de la negativa del conde Raimundo de Tolosa.
Para la defensa del nuevo Estado cristiano, los nobles cruzados que han quedado en Jerusalén, han comenzado la organización de unos pequeños ejércitos y han fundado varias Órdenes de Caballería y religiosas: en 1099, La Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, en el mismo año 1099, se ha reorganizado la Orden “Los Monjes de San Juan de Jerusalén”, reconocida por el Papa en el año 1113; en 1118, La Orden de los Pobres Soldados de Cristo y del Templo de Jerusalén, reconocida en el año 1128, La Orden de San Lázaro, etcétera.
La fundación del Reino de Jerusalén ha tenido una gran importancia en la geopolítica de la zona, pero también para los reinos europeos, del punto de vista político, económico, espiritual y del desarrollo de las ciencias, de las artes y de la cultura. Mediante la afluencia de los cristianos europeos, las dos culturas, la árabe y la europea se han encontrado y se han influenciado mutuamente, pero cada una de ellas ha guardado su específico y su espíritu antagónico.
… Mirando esas decenas de miles de participantes al encuentro, más que interesados en los hechos y en los eventos del siglo XI, sobrios y con distinguida apariencia, pero también curiosos y emocionados, deseosos de conocerse más unos a los otros, unidos por sus antepasados y sus hazañas de armas y sobre todo por medio de la espiritualidad común, podías entender que la nobleza del espíritu , la nobleza de la sangre no son solamente unas nociones, sino una extensa manifestación de los valores tradicionales espirituales, morales, de conducta. Y sus antepasados podían ser orgullosos de ellos, nobles caballeros de los tiempos modernos.
Más tarde, al final del simposio, uno de los participantes ha tenido una idea de visitar todos juntos, justo en ese momento, el fuerte, la Torre de David, que cada uno de ellos siga los pasos de su antepasado, intentando revivir los sentimientos que los cruzados han tenido al entrar al patio del fuerte, llenos de heridas y de sangre, pero con la espada en la mano.
A la salida del edificio, el calor tórrido ha abrumado a los participantes, provocándoles un verdadero shock, después de que se han quedado toda la mañana en las habitaciones dotadas con aire acondicionado. Han necesitados un buen tiempo para lograr soportar, más o menos, el calor y los rayos del sol oriental, a las horas de la tarde. “Terrible calor”, ha dicho una voz. “Verdaderamente peligrosa, mortal para los que no están acostumbrados con semejante calor”. “Ahora podemos constatar nosotros mismos por el calvario que han pasado nuestros parientes, caballeros medievales, durante la cruzada”, les ha contestado una voz, seguida por murmullos de aprobación. ¡Y era la mera verdad: a 40 C°, casi puedes respirar, y los cruzados vestidos con armaduras, tenían que ir por zonas de desierto y luchar! ¿Sacrificio? ¡No, tortura!
Impresionados por semejantes pensamientos, los participantes al encuentro han dado un tour completo en el exterior del muro y en el interior del fuerte, dirigidos por uno de los historiadores del fuerte, un hombre dedicado a la historia del lugar.
Solamente el pensar que estás caminando sobre la tierra y las piedras que tu antepasado ha pisado, en el calor tórrido, vestido con armadura caliente, bajo la cual se escurría la sangre de las heridas y el sudor, te aterraba. Muchos de los cruzados han caído sobre estas piedras, justo en el interior del fuerte, muertos por armas de fuego o agotados, con un último pensamiento que se encontraban verdaderamente en la Tierra Santa de Jerusalén. ¡Con el sueño de sus vidas, hecho realidad!..
Cosas interesantes, hechos y acontecimientos increíbles del periodo del asedio de Jerusalén, desde junio y mitad del mes de julio de 1099, les han sido contados por el historiador del fuerte, quien les ha descrito con detalles inéditos sobre la conquista de la Torre de David por los cruzados de Lotharingia, liderados por los hermanos Godofredo de Bouillón, Eustace y Baldouin los de Provenza, liderados por el conde Raimundo de Tolosa y Gilberto de Provenza. Sobre las hazañas de armas del caballero Hugues de Payens, ulteriormente cofundador de la Orden de los Caballeros del Templo, del caballero Simón de Chamont, convertido en hospitalario de la Orden de Frére Gérard, como también de los miles de otros caballeros y simples cruzados.
Para que la imagen sobre la conquista de la ciudad de Jerusalén sea más compleja, a la solicitud de los caballeros modernos, el historiador del fuerte, J.G., los ha llevado por las calles de la antigua ciudad, en algunos lugares significativos para el caballerismo medieval y para el espíritu caballeresco. De esta manera, han ido a la Iglesia del Santo Sepulcro, donde ha sido fundada en el año 1099, la Orden caballeresca religiosa con el mismo nombre (La Orden de los Caballeros del Santo Sepulcro).
En la cercanía de la Iglesia del Santo Sepulcro, a unos cientos de metros, se encuentra la Iglesia de San Juan Bautista, el lugar donde ha sido reorganizada la Orden de los Caballeros Hospitalarios (los Caballeros de San Juan, reconocida como tal por la papalidad en el año 1113) por el monje de Gérard, el abad del monasterio, el que ha arriesgado su vida durante el asedio de la ciudad, ayudando a los cruzados con pan y agua, tiradas por encima de los muros de defensa. Después del asedio, los hospitalarios han tratado a los heridos de ambos ejércitos, independientemente de la fe.
Tanto la Iglesia del Santo Sepulcro, como también la Iglesia de San Juan Bautista, los participantes al encuentro conmemorativo han guardado Te Deum y un momento de silencio en memoria de los cruzados.
Y, la última parada, los nobles caballeros modernos la han hecho en el Monte del Templo, en la colina Moría, en frente de la mezquita de Omar, el lugar donde había sido construido, con miles de años atrás, el famoso Templo de Salomón[4]. En el lugar donde se encontraban hace siglos atrás, tanto el Templo de Salomón, como también el segundo templo, se ha construido una mezquita, que después de la conquista de la ciudad por los cruzados, se ha vuelto el barrio general de la Orden de los Caballeros Templarios, fundada en el año 1118, por nueve ex caballeros del Santo Sepulcro, liderados por Hugues de Payens.
El encuentro de Jerusalén es una confirmación más del hecho de que la tradición, la fe, los antiguos valores espirituales, adaptados a la espiritualidad de nuestros días, quedan como criterios esenciales de la buena educación , de la familia tradicional , quedan reglas de la comunidad humana digna, consolidada, de la identidad misma cultural y espiritual local y nacional . Identidad constituida en cientos y miles de años de historia, por medio de la sangre, de las lágrimas y trabajo pesado, conservada como un verdadero templo…
… El Templo de Salomón, o el Templo de Jerusalén… Magnífico edificio, como arquitectura, realización y sobre todo como significación, construido en el año 953 A.C, por el rey Salomón, en el Monte Moría. El Templo que quería construir el rey David, el padre de Salomón, para demostrar su gran fe en Dios y para que le sean perdonados sus muchos y grandes pecados. Pensaba que si hacia una Casa para Dios, grande y hermosa, Dios le perdonará los pecados, y sin embargo pecados a los cuales no pensaba renunciar.
El rey David, un hombre sabio y decidido, ha sido elegido por Dios como rey de los judíos y ha logrado unificar las doce tribus, fortalecer el reino y traer el desarrollo y el bienestar de los súbditos. Pero ha abusado demasiado de derramamiento de sangre y ha tenido una vida viciosa, con novecientas esposas y amantes, hechos que ha reconocido como siendo demasiados pecaminosos. Para ser perdonado por Dios, ha querido construir una casa grande, como su fe y su arrepentimiento.
“El Arca de la Alianza está guardado en la tienda. Y nosotros estamos en un palacio”, se ha dicho a si mismo David. “Elevaré un Templo para Dios, como no se ha visto antes”. A Dios le ha agradado el pensamiento de David y le ha aparecido en su sueño, diciéndole donde debería construir el templo, en la colina Moría, cuan largo, cuan ancho y cuan alto que sea, como también la destinación de las tres salas principales. Pero, porque el rey David había pecado demasiado para una semejante honra, Dios le ha encargado el deber de construir el Templo a Salomón, hijo de David, entonces cuando éste sea rey.
Y de esta manera, el rey Salomón se ha preparado a construir el templo. Le ha pedido al rey Hiram de Tiro que le mande al mejor maestro y a los mejores constructores, y éste le ha mandado al Maestro Hiram Abif, arquitecto y constructor con gran experiencia. El Maestro Hiram Abif, ha modificado algunos de los planes del Templo y ha organizado a sus casi tres cientos mil obreros, y cuando la magnífica obra ha sido terminada, todo el mundo se ha maravillado de la grandeza de la casa de Dios, construida de piedra y madera de cedro, con pisos de ciprés, y los adornos todos hechos de oro. Como prueba de su profunda fe en Dios, el rey Salomón ha traído al templo el Arca de la Alianza y algunos otros objetos sagrados, de gran valor para los creyentes. Pero en el Templo no ha sido traído ningún ídolo tallado.
El Templo era de forma rectangular, construido como he dicho en el Monte de Sión, la colina Moría. Dado que la colina era muy pequeña para el patio del templo, Hiram ha elevado muros alrededor de la colina, luego ha nivelado con tierra, realizando dos patios, en terrazas: el patio exterior destinado a los creyentes y el patio interior, destinado a los sacerdotes. Una parte del muro del patio se ve también hoy en día, conocido como el Muro de los Lamentos, lugar sagrado para el pueblo hebreo.
El Templo tenía tres recintos principales y los anexos. Los recintos principales eran Ulam- Vestíbulo de entrada, ubicado en el Este y sostenido por dos columnas Jaquin y Boaz, luego Hejal- El Santo, Dvir- El Santo de los Santos. En el Santo de los Santos era guardada el Arca de la Alianza, traída de la Tienda Santa y vigilado con mucho cuidado por los sacerdotes. En Hejal eran guardados el Altar del incienso, la mesa de los panes de la proposición y los diez candelabros de oro, como también otros objetos sagrados.
Bajo el Templo, entonces cuando ha consolidado los patios, el Maestro Hiram ha construido un laberinto subterráneo en tres niveles, con recintos secretos, pasillos y túneles, por los cuales era traída el agua potable, pero también vía de refugio en caso de peligro.
Siglos tras siglos, el Templo ha sido una verdadera casa de Dios, respetada por los cristianos, donde estos profundizaban los secretos del mundo y del Universo, del hombre y de la fe en Dios, un lugar de alta espiritualidad. En el año 568 A.C, el magnífico Templo ha sido conquistado, saqueado y luego destruido por babilonios, dirigidos por Nabucodonosor. Pero muchos de los objetos sagrados han sido escondidos por los vigilantes sacerdotes, los llamados paladines y no han sido encontrados ni siquiera hasta hoy en día. Se dice que los subterráneos secretos esconden una multitud de secretos, secretos terribles, los cuales podrían cambiar el mundo. Algunos de estos secretos habrían sido descubiertos por los caballeros templarios, quienes los han encontrado a consecuencia de las excavaciones que han hecho en los subterráneos y se dice, que por ello se han vuelto muy rápido en una fuerza militar, financiera y porque no, esotérica, mágica.
La magnífica realización arquitectónica de Salomón, dedicada a la fe en Dios, el Templo, la Casa de Dios, donde los grandes sacerdotes y los demás creyentes buscaban acercarse a la Luz y a la Verdad Divina, lugar de conservación de los objetos sagrados, ha tenido aun desde la época una compleja significación espiritual y un profundo simbolismo. Con el tiempo, el simbolismo del Templo de Salomón se ha vuelto más complejo, con más sentido y más profundo espiritualmente, obteniendo también valores esotéricos, iniciáticas, por medio de incontables leyendas, misterios, aun elementos mágicos promovidos por Órdenes esotéricas. El Templo de Jerusalén, el primer templo, el mismo se ha vuelto en un elemento esencial de la vida espiritual de muchas corrientes esotéricas, iniciáticas, espirituales, alrededor del cual se desarrolla también hoy en día toda su actividad espiritual. Ni siquiera las Órdenes de Caballería modernas no hacen excepción, la Orden Templaría por ejemplo, tomando en totalidad la mística del templo.
Valencia, julio 2019
Copyright©2016.Todos los derechos pertenecen al autor
Michael Riche-Villmont
[1] Véase Michaël Riche-Villmont, “El Misterioso Templario Hugues de Payens” y “El Cetro de los Caballeros Hospitalarios”, 2015, Editorial “Sf Ierarh Nicolae” y Editorial “SetThings”, Editorial “Amazón” para las ediciones en el idioma francés y español.
[2] Michaël Riche-Villmont, “El Llamamiento del Templo Secreto”, edición 2016, Editorial SetThings.
[3] Michaël Riche-Villmont, “El Cetro de los Caballeros Hospitalarios”, edición 2015, Editorial SetThings.
[4] Michaël Riche-Villmont, “El Llamamiento del Templo Secreto”, edición 2016, Editorial SetThings.
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