Por Michael Riche-Villmont (Copyright)2019
Las órdenes caballerescas nobiliarias, una expresión de la nobleza y del caballerismo, del coraje y de la lealtad – virtudes seculares, han despertado el interés de las personas de todas las categorías sociales, desde la aparición de las órdenes en la escena histórica medieval. El aura romántica que se creó a lo largo del tiempo en torno a los nobles caballeros, las historias heroicas y las leyendas trágicas, junto con misterios profundos, a veces dramáticos, el esoterismo y las iniciaciones ocultas, los rituales secretos apenas intuidos, ejercita una atracción casi instintiva frente a los caballeros con secretos indescifrables. La atracción por las órdenes caballerescas heroicas que luchan por la justicia y por la defensa de aquellos que se encuentran en dificultades, la necesidad de las personas de crear a sus héroes se incrementa en períodos históricos difíciles en Europa, de desaparición de los verdaderos y antiguos valores cristianos y referencias sociales.
El artículo se refiere, brevemente, a las órdenes caballerescas nobiliarias y a su evolución histórica, teniendo como referencia a los más prestigiosos investigadores del dominio del tema. De esta manera conoceremos algo mejor al caballerismo histórico.
Las órdenes caballerescas nobiliarias[1] (órdenes caballerescas militares y religiosas, las órdenes caballerescas dinásticas y las órdenes caballerescas honoríficas), desde su inicio, se han convertido en un fenómeno histórico y en una institución nobiliaria feudal, siendo prácticamente parte de la vida social nobiliaria y tema del derecho nobiliario. El derecho nobiliario[2] contiene Jus Honorum, es decir el derecho del soberano de establecer las ordenes caballerescas nobiliarias, de otorgar los honores nobiliarios, títulos nobiliarios, dignidades nobiliarias-caballerescas (considerando el rango de caballero como siendo rango nobiliario, bajo el de barón) y de delegar estas prerrogativas a otros nobles.
Además, el derecho nobiliario contiene también Fons Honorum, respectivamente la capacidad de materializar Jus Honorum otorgando los títulos nobiliarios individuales. Fons Honorum tiene cuatro grados, dependiendo de la extensión de los derechos del poseedor Jus Honorum de otorgar títulos y honores nobiliarios.
Fons Honorum lo tienen los Jefes de las Casas Dinásticas en el cargo o sin trono, pero quienes no han abdicado, el Soberano Pontífice y los presidentes en el cargo, estos solamente para las órdenes de mérito (pseudo-órdenes caballerescas).
Conforme al derecho nobiliario[3], genealógico y heráldico, constituido sobre la base de las leyes seculares, costumbres y tradiciones, los títulos, las dignidades, los cargos nobiliarios se obtienen de manera hereditaria, conforme Jus Sanguinis, o por ennoblecimiento conforme Jus Honorum por los monarcas soberanos con Fons Honorus. De acuerdo con el derecho nobiliario, solamente un noble soberano puede otorgar legalmente un título nobiliario, respectivamente el título de caballero a un miembro de las órdenes caballerescas, a aquel que cumple las condiciones morales, espirituales, de educación.
Dichos nobles soberanos con Fons Honorum, respectivamente el derecho de ennoblecimiento obtenido mediante delegación de derechos conforme Jus Honorum, eran los Grandes Maestros de las órdenes caballerescas nobiliarias en la Edad Media, ellos mismos grandes nobles hereditarios.
Las órdenes nobiliarias de honor de la Edad Moderna son dirigidas por el monarca o por un príncipe que tiene el derecho Fons Honorum, recibido por delegación del monarca soberano, tema de Jus Honorum.
Hoy en día, el Gran Maestro de la Orden de los Caballeros de Malta, la única orden soberana, tiene Fons Honorum, delegado por el Soberano Pontífice. Sin embargo él no usa sus derechos delegados porque en la orden son recibidos solamente los nobles hereditarios.
*
La historia de las órdenes caballerescas, como parte de la historia de Europa, nos revela la manera en que han evolucionado el simbolismo, la espiritualidad, la moral de estas órdenes, de la sociedad medieval de la Edad Moderna y Contemporánea, en el contexto de la evolución de la sociedad, de las ciencias, de la cultura, de las ideas filosóficas, religiosas y sociales. Pero la evolución de las órdenes caballerescas está estrechamente vinculada sobre todo a la modificación del estatus legal y social de la nobleza y de los cambios políticos, militares y religiosos que han marcado la sociedad europea desde las primeras cruzadas cristianas, en el año 1096 DC, hasta nuestros días.
La orden caballeresca, genéricamente hablando, ha sido una verdadera institución, con una propia estructura organizativa, doctrina y espiritualidad, con normas y reglas, con metas y misiones especificas, un estatus social y jurídico legal. Las órdenes caballerescas son características de los estados de Europa occidental, católica y han sido fundadas una vez con las primeras cruzadas cristianas[4]. Cada etapa histórica ha conocido ciertos tipos de órdenes caballerescas, teniendo en cuenta las características políticas, militares, religiosas, económicas, territoriales de la época.
Las órdenes caballerescas, como institución y fenómeno socio-militar y religioso, han sido estudiadas por prestigiosos historiadores y especialistas en heráldica, la mayoría de ellos conservando algunos tipos genéricos de órdenes caballerescas.
De esta manera, el humanista, profesor y escritor Francesco Sansovino[5] (1521–1586), en la obra intitulada „Dell’origine dei Cavalieri”, publicada en el año 1566, ha evidenciado tres tipos de órdenes caballerescas, respectivamente categorías de caballeros (órdenes caballerescas que se han fundado hasta el año de la publicación de la obra):
– Caballeros de la Cruz, refiriéndose a los caballeros y a las órdenes caballerescas militares-religiosas aparecidas durante las cruzadas.
– Caballeros del Espolón, el equivalente de los caballeros miembros de las órdenes dinásticas y papales.
– Caballeros miembros de las órdenes honorificas y las de mérito.
Una interesante clasificación de las órdenes caballerescas está hecha por el Vaticano[6]:
– Las órdenes caballerescas dinásticas, fundadas/aprobadas/instituidas por las dinastías reales soberanas;
– Las órdenes caballerescas pontificales, fundadas u autorizadas por el Papa y que funcionan bajo la autoridad papal;
– Las órdenes caballerescas honorificas y las meritorias, instituidas por los estados soberanos;
– Las órdenes soberanas. Hoy en día hay una sola semejante orden, la Orden soberana de los Caballeros de Malta, con personalidad jurídica internacional y reconocida por la ONU.
Una de las descripciones históricas más completas de las órdenes caballerescas fue hecha por François Velde[7] en un artículo publicado en marzo de 2006 en https://www.heraldica.org/topics/orders/ordhist.htm, artículo al cual ha contribuido también el conocido escritor especialista en genealogía real y heráldica Guy Stair Sainty[8].
La descripción de las categorías de las órdenes caballerescas y de sus características nos ayuda entender la esencia de la noción de orden caballeresca y la evolución del caballerismo nobiliario.
François Velde describe[9] las órdenes caballerescas en su evolución histórica, usando como criterio el período de su constitución y existencia.
- Las órdenes caballerescas de los años 1100-1291 han sido órdenes nobiliarias-militares religiosas (monacales).
El siglo XI ha conocido la expansión rápida de los turcos selyúcidas en todo el Medio Oriente, volviéndose una fuerza que amenaza el comercio de los reinos cristianos en la zona. En Suroeste, los ejércitos moros han conquistado casi toda la Península Ibérica, lo que creaba un peligro mayor para el Oeste de Europa católica. En esta situación de expansión del Imperio Musulmán, la Santa Silla y la nobleza cristiana se han movilizado para la reconquista de la Tierra Santa de Jerusalén, organizando varias cruzadas cristianas. Los soldados de la primera cruzada organizada en 1096, han logrado conquistar la ciudad de Jerusalén en 1099 y luego han sido constituidos el Reino de Jerusalén y los condados latinos: Antioquía, la de Trípoli,Nicea.Su establecimiento imponía también una organización religiosa, administrativa y militar adecuada para su defensa y la de los peregrinos que llegaban a la Tierra Santa en número creciente. El elemento movilizador de los combatientes cruzados para la organización del nuevo reino y su defensa ha sido la fe cristiana, la Iglesia estando en las primeras filas junto a los soldados.
Una vez con la organización incipiente del ejército del reino, una parte de los nobles cruzados se han establecido en el reino y han formado pequeñas unidades caballerescas, cofraternales, junto con algunos monjes combatientes. En poco tiempo, estos pequeños grupos se han desarrollado al recibir nuevos miembros y donaciones de Europa, volviéndose verdaderas órdenes religiosas militares que han sido colocadas bajo la autoridad del Papa.
Las primeras órdenes caballerescas han sido la Orden de los Caballeros del Santo Sepulcro, en 1099, la Orden Hospitalaria de los Caballeros de San Juan Bautista, (los primeros monjes hospitalarios han sido señalados en 1047), reorganizada en 1099 por el Padre Gerardo, la Orden de Los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Jerusalén, en 1118, y todo eso. El Reino de Jerusalén ha sido el lugar donde las órdenes caballerescas han cobrado vida, con el tiempo volviéndose un verdadero fenómeno histórico. Su modelo organizativo[10], administrativo, militar y espiritual ha sido tomado casi de inmediato por los cristianos de la Península Ibérica, quienes se encontraban constantemente en combates con el imperio moro: La Orden de Calatrava, La Orden de Avis, la Orden de Alcántara, la Orden de Santiago, la Orden de Montesa, la Orden militar de Cristo (Portugal), etcétera .
El propósito de establecer las órdenes caballerescas en este período histórico y sus misiones, han sido luchar activa y permanentemente para defender la fe cristiana, defender los territorios cristianos, incluso la Tierra Santa y a los peregrinos cristianos contra los ataques de los turcos selyúcidas y de los morros/árabes almorávides (en la Península Ibérica), en tierra y en mar.
La organización y la estructura interna de las órdenes caballerescas de la época era casi la misma para todas. Desde un punto de vista territorial, una orden caballeresca militar religiosa (monástica) tenían un cuartel general, inicialmente todos los cuarteles generales estaban en Jerusalén. Su estructura territorial era formada por priorato, a nivel del reino, bailiajes al nivel de las regiones y de las encomiendas, como organización principal para cada fortaleza/castillo, localidad grande, etcétera.
Las encomiendas eran a su vez, divididas conforme al propósito de los miembros de la orden: encomiendas de combatientes, en el Oriente Cercano y la Península Ibérica, luego, encomiendas para el suministro de los destacamentos de combates: las que tenían terrenos para la producción agrícola, viticultura, zootécnica, telares, fabricas de armas, cría de los caballos de combate, de las armas, etcétera.
La estructura interna de la orden era piramidal, jerárquicamente militar, por rangos y dignidades. La orden caballeresca era formada por caballeros (de origen noble), capellanes (sacerdotes) y sargentos (provenientes de las personas libres). El autor François Velde señala el hecho de que la estructura de la orden caballeresca representa la estructura social de la sociedad feudal: la clase nobiliaria, el sacerdocio y la gente libre en las ciudades o en los feudos.
Las órdenes caballerescas militares y religiosas eran autónomas, con administración, fundadas con la aprobación del Papa, reconocidas por el Papa y han desarrollado su actividad/acciones bajo la autoridad papal, conforme al derecho monástico y a sus propios estatutos, reglas y costumbres nobiliarias. Ellas beneficiaban de varios privilegios en todo el mundo cristiano, siendo verdaderas organizaciones supraestatales.
Entre las órdenes militares y religiosas más conocidas en la época, era La Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, La Orden de Los Pobres Caballeros de Cristo/ los Caballeros Templarios, La Orden de los Caballeros Teutónicos, La Orden de San Lázaro, etcétera.
Los caballeros provenían de la nobleza, siendo el más bajo rango nobiliario. En situaciones especiales, para grandes meritos en el combate, el Gran Maestro, como noble y soberano de los soldados, podía elevar al rango de caballero un sargento distinguido.
Todos los miembros de la orden eran recibidos/iniciados y desarrollaban su actividad en base a un juramento de obediencia, pobreza y castidad; los estatutos de las órdenes establecían las obligaciones y los derechos, pero también los castigos en caso de violación de los juramentos.
En el año 1187, el ejército turco ha conquistado Jerusalén. Una vez con la pérdida de Jerusalén y de los demás territorios cristianos del Oriente, para las órdenes caballerescas militares y religiosas, órdenes que todavía se encontraban en combates con los incrédulos, empezará un período muy difícil.
Aunque el mundo cristiano ha organizado varias cruzadas para rechazar los ejércitos turcos de Saladino, en los que han participado también las órdenes caballerescas, las fortalezas cristianas han caído una por una en las manos de los sarracenos.
En el año 1291 se ha perdido la fortaleza cristiana Acra, la más importante cabeza de puente oriental. Todo esto de hecho ha significado la pérdida de los Lugares Sagrados de Oriente, los cristianos retirándose hacia las Islas Mediterráneas y hacia el continente.
Para las órdenes caballerescas militares religiosas significa el comienzo del fin, ellas perdiendo incluso su razón de existir como fuerzas militares.
La Orden de los Caballeros Hospitalarios se ha retirado hacia la Isla de Rodas, luego se ha establecido en Malta, continuando la batalla contra la expansión turca. La Orden de los Caballeros Templarios ha sido abolida en el año 1312, en condiciones controvertidas, trágicas, mediante acusaciones falsas, presentadas incluso por Clemente V. Los Caballeros Templarios han continuado su actividad en la Península bajo otro nombre (La Orden de Montesa, en Aragón y la Orden de los Caballeros de Cristo, en Portugal).
En la Península Ibérica, las órdenes caballerescas militares han continuado su existencia durante casi un siglo más, luchando contra los almorávides moros, siendo secularizadas poco a poco y transformadas en órdenes dinásticas.
- El escritor François Velde describe[11] la segunda etapa en la evolución de las órdenes caballerescas como siendo los siglos XIV-XV, más precisamente el período de los años 1335-1470. Es un período histórico de las órdenes caballerescas monásticas/dinásticas, como él las ha llamado.
Los siglos XIV y XV conocen un fortalecimiento de los reinos cristianos de Europa y la multiplicación de los conflictos entre ellos determinados por la expansión territorial de muchos de estos. Al mismo tiempo, hay conflictos también en el interior de los reinos cristianos, entre diversos pretendientes al trono, pero también entre los nobles feudales que pierden sus grandes privilegios a favor de los monarcas autócratas.
Por otro lado, después de la pérdida de los territorios de la Tierra Santa, las órdenes caballerescas militares y religiosas se han visto obligadas a orientarse gradualmente hacia nuevas misiones. Los combates heroicos que los caballeros hospitalarios llevaban a cabo en el mar Mediterráneo contra el Imperio Otomano, como el último bastión cristiano contra los incrédulos, el recuerdo de los combates llevados por los caballeros cruzados en el período de las cruzadas cristianas en el Oriente, el trágico destino de los caballeros templarios, las crónicas elogiosas sobre los héroes caballeros han dado al caballerismo un aura romántica, heroica, de gran nobleza.
En esta atmósfera, los monarcas y los grandes nobles[12] han establecido fraternidades caballerescas, nobiliarias que reunían los pequeños nobles leales al monarca. Pertenecer a una semejante orden monástica era una recompensa, un reconocimiento de la actitud de lealtad, una recompensa recibida como un título de orgullo, de gloria para el merecedor. Las fraternidades han recibido el nombre de órdenes caballerescas dinásticas/monásticas honorificas, o de mérito, y la pertenencia era evidenciada por las medallas, insignias, uniformes, a veces también privilegios o tierras.
Al mismo tiempo, muchas de las órdenes militares y religiosas, sobre todo en la Península Ibérica (después del fin de la guerra de Reconquista), han sido secularizadas por riquezas y transformadas en órdenes honoríficas, de mérito, o abolidas. Se habían vuelto demasiado poderosas y peligrosas para los monarcas.
Las órdenes de mérito eran establecidas y funcionaban en base a unos estatus, el jefe de la orden siendo la persona que la estableció (el monarca, el príncipe, el barón, etcétera)
El autor François Velde cita en su artículo la clasificación de las órdenes caballerescas hecha por D’Arcy Boulton[13] en la obra publicada en el año 1987.
” – Órdenes dinásticas/monásticas,
– Órdenes cofraternales, fundadas por príncipes (con fines de lealtad) y órdenes de los barones (organizaciones de los gremios, establecidas según el modelo nobiliario).
– Órdenes fraternales, eran asociaciones establecidas para un cierto fin o por un período de tiempo limitado.
– Pseudo órdenes de fidelidad frente a un soberano, sin estatus y reglamento de funcionamiento, sin duración y número de miembros.
– Pseudo órdenes honoríficas, declaradas como tales solamente durante un evento honorífico.”
- La tercera categoría de órdenes caballerescas ( a) -órdenes honoríficas y b) – órdenes de mérito, presentadas por François Velde), contiene órdenes fundadas desde el siglo XVII hasta hoy en día.
” a- Las órdenes honoríficas.
Muchas de las órdenes militares y monásticas fundadas en el período de las cruzadas y transformadas en los siglos XIV y XV en órdenes honoríficas, han continuado su existencia como órdenes dinásticas también en los siglos XVI, y posteriormente el XVII.
La mayoría de los históricos y de los especialistas en heráldica están de acuerdo que las órdenes honoríficas no son órdenes caballerescas en la aceptación de la noción consagrada, la de las cruzadas. Los miembros de las órdenes honoríficas han tomado el nombre, la organización, los grados honoríficos y las dignidades, incluso la forma del estado, según las órdenes caballerescas cruzadas, beneficiándose así del prestigio, el honor y la gloria de los antiguos caballeros. François Velde las llama „vino nuevo en botellas viejas”. Aunque los miembros de la mayoría de estas órdenes honoríficas eran nobles hereditarios del más alto rango. Algunas de las órdenes honoríficas, sobre todo las dinásticas, han ganado su propio prestigio de rango aristocrático mundial, siendo, a su vez imitadas por las órdenes de mérito populares republicanas.
Estas órdenes honoríficas tienen un estatus, funcionan en base al derecho común del estado donde tienen su sede, tienen una estructura interior adecuada (generalmente tomada de las órdenes caballerescas), tienen marcas propias, a veces incluso uniforme, o solamente manto.
Ejemplos de órdenes honoríficas:
En Portugal, las ex órdenes militares y religiosas se han convertido en órdenes honoríficas:
– Orden de San Benito de Avis, fundada en 1166;
– Ordem Militar de Sant’Iago da Espada, fundada en el año 1170.
Órdenes honoríficas en España[14]:
– Orden de Santiago, fundada en el año 1170,
– Orden de Alcántara, fundada en el año 1167,
– Orden de Calatrava, fundada en el año 1164, etcétera.
– La Real y Distinguida Orden Española de Carlos III[15]/denominación anterior Real y Muy Distinguida Orden de Carlos III, ha sido fundada en el año 1771, con el lema Virtuti et merito y se otorga a las grandes personalidades para servicios especiales a España y a la Corona. La Orden es también hoy en día la más importante orden honorífica española.
En Gran Bretaña, The Ordre of the British Empire, fundada en el año 1917, es una orden caballeresca, de gran prestigio. Los primeros dos grados son nobiliarios.”
”b- Pseudo-órdenes caballerescas-órdenes de mérito. A diferencia de las órdenes honoríficas, las órdenes de mérito no tienen estatus y tampoco los miembros que prestan juramento, ellas se configuran administrativamente y consisten en una marca: medalla, insignia, regalía propia, etcétera. El poseedor de una orden de mérito no se vuelve noble, él tiene un título/rango que puede ser de caballero, pero sin ningún otro significado que el de reconocer un mérito.
Todos los monarcas y los presidentes de repúblicas han fundado órdenes de mérito, pseudo-órdenes caballerescas.
Algunos ejemplos de órdenes de mérito:
– La Legión de Honor francesa, Légion d’Honneur, restablecida en el año 1804 por Napoleón Bonaparte, tiene cinco grados. Según el modelo francés, la mayoría de las órdenes de mérito tienen cinco grados honoríficos.
– Todos los países europeos, monarquías o repúblicas, tienen instituidas órdenes de mérito. Ellas usan rangos y denominaciones prestadas de las órdenes caballerescas, rangos honoríficos, de gran prestigio, pero sin privilegios nobiliarios.
c- Pseudo-órdenes caballerescas- las asociaciones (ONG) privadas denominadas caballerescas. Fundadas en las últimas décadas del siglo pasado, son sujetos de derecho común, los títulos, los grados y las dignidades que se usan son de interés interno, dentro de los rituales.”
*
- THE INTERNATIONAL COMMISSION AND ASSOCIATION ON NOBILITY/ COMISIÓN Y ASOCIACIÓN INTERNACIONAL SOBRE LA NOBLEZA
” The Commission and Association on Nobility[16] , asociación de derecho privado reúne desde el año 2008, personas y familias que representan la nobleza mundial contemporánea. Entre otros propósitos, la Comisión, a través de sus expertos busca traer precisiones y aclaraciones en lo que concierne la heráldica, la genealogía, la nobleza y el caballerismo, conforme a su derecho nobiliario.
Con respeto a las órdenes caballerescas, la Asociación ha fundado la Comisión internacional para las órdenes caballerescas – International commission for orders of chivalry / Comisión internacional permanente para las órdenes de caballería. El propósito de la Comisión, tema de derecho privado, es el de estudiar, a través de los expertos en heráldica e historia, las órdenes caballerescas nobiliarias y de inscribirlas en sus propios registros. Es una forma de reconocimiento, neoficial, de las órdenes fundadas y que funcionan bajo reglas de derecho nobiliario.”
* La clase nobiliaria ha sido abolida en la mayoría de los países en la época moderna, según el modelo francés. En Francia, la nobleza ha sido abolida en el año 1790, por la revolución francesa, una vez con todos los derechos y los privilegios nobiliarios. En el mismo período han sido disueltas también las órdenes nobiliarias francesas, pero la república ha intentado imitar las antiguas órdenes, estableciendo las órdenes de mérito, órdenes profesionales y gremiales, etcétera.
En la época moderna, las familias nobiliarias usan sus títulos junto al nombre personal.
La influencia de la clase nobiliaria sobre la sociedad, sobre las demás personas fue y sigue siendo importante[17]. Quizás es por eso que su estilo de vida, el nivel de educación, sus valores espirituales seculares han sido adoptados, en mayor o menor medida, por las personas de otras clases sociales. Vale la pena señalar el hecho de que la nobleza y el estado económico-financiero no son lo mismo. Hay familias nobiliarias, en la época moderna, con condición material no muy buena, según las reformas republicanas, pero todo ello no disminuye con nada su condición social, educacional, espiritual y moral; pero hay también familias muy ricas que no pueden acceder al estatus de nobles.
Pero nada impide que las personas sencillas lleguen a una alta condición social, espiritual, educacional, sin tener también un título nobiliario.
La verdad es que la Nobleza y el caballerismo vienen de la persona, del espíritu, de la fe, de la educación y de la actitud.
Otras obras bibliográficas:
– Wikipedia, Enciclopedia libre, https://en.wikipedia.org/wiki/Order_of_chivalry
– Domenico Libertini, Dagli Antichi Cavalieri agli attuali Ordini Cavallereschi, Città di Castello, 2009.
– Domenico Libertini, Nobiltà e Cavalleria nella tradizione e nel diritto, Tivoli, 1999.
– ENCYCLOPÆDIA BRITANNICA, Chivalry: The Origins and History of the Orders of Knighthood
– Michael R.Villmont, San Bernardo de Claraval y las Órdenes Caballerescas, 2015, ISBN 978-606-671-769-4
– Principe Carlo Mistruzzi di Frisinga, «Trattato di Diritto Nobiliare Italiano» (Milano, Giuffrè 1961).
– François Velde (25 February 2004). «Legal Definitions of Orders of Knighthood». Heraldica. Retrieved 18 November 2012
[1] COMMISSION INTERNATIONALE ET ASSOCIATION DES NOBLESSE, https://www.nobility-association.com/ordersofchivalry.htm
[2] Consiglio Araldico Italiano – Istituto M.se Vittorio Spreti, Piazzale Stazione, 6 – 35131 Padova / Italia
[3] Principe Carlo Mistruzzi di Frisinga, «Trattato di Diritto Nobiliare Italiano» (Milano, Giuffrè 1961).
[4]Wikipedia, Enciclopedia libre, https://en.wikipedia.org/wiki/Order_of_chivalry
[5] https://en.wikipedia.org/wiki/Francesco_Sansovino
[6] Wikipedia, Enciclopedia libre, y
Articulo publicado en https://it.zenit.org/articles/la-santa-sede-e-gli-ordini-cavallereschi-doverosi-chiarimenti-prima-parte/
[7] François Velde (25 February 2004). «Legal Definitions of Orders of Knighthood». Heraldica. Retrieved 18 November 2012.
[8] Guy Stair Sainty – World Orders of Knighthood and Merit, 2006 ISBN 0971196672
– Guy Stair Sainty Romance and Chivalry: Literature and History Reflected in Early 19th Century French Painting, 1996 ISBN 0954769619
[9] https://www.heraldica.org/topics/orders/ordhist.htm
[10] Michael Villmont, San Bernardo de Claraval y Las Órdenes Caballerescas , edición 2015, ISBN 978-606-671-769-4
[11] Ibidem https://www.heraldica.org/topics/orders/ordhist.htm
- François Velde (25 February 2004). «Legal Definitions of Orders of Knighthood». Heraldica. Retrieved 18 November 2012.
[12] Ibidem François Velde.
[13] D’Arcy Boulton , The Knights in the Crown: The Monarchical Orders of Knighthood in Europe Medieval Late (1987),
[14] Ver también Michael R.Villmont, San Bernardo de Claraval y Las Órdenes Caballerescas, 2015, ISBN 978-606-671-769-4
[15] https://es.wikipedia.org/wiki/Orden_de_Carlos_III
[16] https://www.nobility-association.com/ordersofchivalry.htm
[17] La forma de vida de las familias nobiliarias en la Edad Media y en la Edad Moderna, puestas en espejo, está descrito en las novelas El Cetro de los Caballeros Hospitalarios y El misterioso caballero Hugues de Payens, autor Michael R.Villmont
Deja una respuesta