Autor Michael Riche-Villmont
…El avión ha tocado la altitud de crucero y me he extendido el sillón buscando una posición relajante para leer.La misma cosa ha hecho también mi esposa, Cornelia, preparando también sus revistas con temas turísticos. De hecho, todos los ocupantes de los sillones del salón del vuelo Barcelona-París hacían lo mismo, cada quien buscando algo agradable de hacer para las dos horas del vuelo. Nos íbamos a París por una semana, e íbamos a participar en dos actividades de caridad , organizadas por los hospitalarios de la gran ciudad.
He escogido dos libros que he puesto sobre la mesita y de las revistas que había traído conmigo, el último número de la revista Journal Hospitalier y he comenzado a leer los artículos bastante interesantes para mí. Sobre todo uno de los artículos…con referencia a la educación de los nuevos miembros de la Orden, después del año 1798, cuando el Archipiélago de Malta ha sido conquistado por Napoleón Bonaparte y la Orden ha sido obligada abandonar la isla. Un período difícil para los hospitalarios, obligados a aceptar la protección del Zar de Rusia, cuando había el problema de la sobrevivencia y de la continuidad. Y sin embargo, en esas condiciones difíciles, los miembros de la Orden no han menospreciado las reglas,los principios y los rituales específicos, de los valores espirituales de los caballeros y la educación nobiliaria. No han renunciado a su nobleza caballeresca, de militares y tampoco a la nobleza hospitalaria, de defender a la fe cristiana y de ayudar a los enfermos.
Cuando he terminado de leer el artículo, he dejado la revista y he mirado a Cornelia, que me ha sonreído mostrándome que se siente a gusto. Le he contestado con una sonrisa, luego he cerrado los ojos dejando mis pensamientos divagar. Hacia otros tiempos, hacia los caballeros hospitalarios y su vida dura, rigurosa pero atractiva para esos tiempos, cuando la valentía, la decisión, la lealtad y el sacrificio, la compasión , eran rasgos de carácter que hacían muchas veces la diferencia entre las situaciones de vida y de muerte. Tiempos de alta espiritualidad, de gloria hospitalaria, de nobleza… Pero también de verdadera modestia, al menos en lo que concierne a los nobles de las Órdenes caballerescas.
He pensado en la dedicación y la lealtad de los caballeros del Reino de Jerusalén, luego, en el tiempo de la retirada a Acra, en la isla Rodas en Ciprés y en Malta. Los miembros de la Orden caballeresca no se han retirado para descanso y restauración, sino para continuar la batalla de defensa del cristianismo. Han luchado a veces enfermos, solos, sin el apoyo de los reyes cuyos reinos defendían. Historia desconocida, u olvidada. Y sin embargo, han conservado la nobleza de sus pensamientos, la nobleza del espíritu caballeresco. O, podríamos decir ¿un espíritu de la nobleza? Parece que acerca más a la verdad.
Nobleza…una noción que te lleva con el pensamiento a esos antiguos nobles, a la educación, a su actitud y comportamiento, a un estado de espíritu, una característica lejana, perdida durante el tiempo, inaplicable a la Era Moderna. Piensas como a una noción incompatible con la Era Moderna, que hizo sus otras directrices morales. Nuevas directrices y principios, algunos artificiales, difícilmente de aplicar en la vida diaria. Creo que nosotros, los hombres, en la Era Moderna, estamos en busqueda, hipócritamente, de unos nuevos valores morales, pero hemos hecho solamente el primer paso, adoptando solamente directrices, no confirmadas por la espiritualidad humana. Porque para convertirse en valores, las nuevas directrices comportamentales pasan por un filtro del pensamiento, de las convicciones espirituales y morales formadas durante el tiempo. Y entran en contradicción con los valores morales, espirituales, consolidados por siglos: la fe, la honestidad y la lealtad, la buena educación, sagrada familia, la compasión, el altruismo, la modestia, etcétera.
Y sin embargo ¿qué es lo que entendemos por nobleza ? Conforme al diccionario [1]lingüístico, por nobleza se entiende „La calidad de noble (II); su rango o titulo de noble; nobleza (2), nobleza (1). 2. (Raro) Nobleza (1). 3. Actitud,calidad moral superiora; carácter noble (I 1); nobleza (2). 4. Distinción, elegancia.”
Por lo tanto, el diccionario señala que la nobleza es una característica de los que detienen un título nobiliario, característica que supone un alto estándar de educación, basándose en valores morales, espirituales, de actitud y comportamiento, como serían: cortesía, distinción, elegancia, alto prestigio debido al rango, compasión para los desfavorecidos, el espíritu de caridad, etcétera.
Las familias nobiliarias, con las excepciones inherentes, han considerado que una obligación que surge del título y de la posición social, la educación de sus hijos en el espíritu de los altos valores del tiempo, valores contenidos en un verdadero código de comportamiento nobiliario. Sé bien esta cosa. El código del honor noble es un código de la alta espiritualidad y ha existido siglos tras siglos; en una forma u otra, adaptado a la actualidad de la época, el código es aprendido y aplicado también hoy en día por las familias aristocráticas, tradicionalistas. Se sabe que, hasta los comienzos de la Era Industrial, los hijos de las familias nobiliarias tenían profesores personales, siendo capacitados para su estatuto social que adquirían por herencia. Tanto la toma por herencia del título nobiliario por los jóvenes, como también el ennoblecimiento de los de las familias modestas, pero dignos,se efectuaba mediante un ritual[2] especifico, nobiliario y religioso. Entre las cualidades que se requerían a un noble, eran: una buena cultura general, conocimiento de las ciencias y de las artes de la época, una buena formación militar para los que tenían el rango de caballero, una buena educación, fe cristiana, valentía, decisión, lealtad, cortesía, respectar y defender a las mujeres, a los niños y a la familia de los necesitados, protección de los desarmados, cumplimiento de las leyes del lugar, del feudo y del Estado, etcétera.
Durante siglos, el cumplimiento del código nobiliario era desde luego, un requerimiento, pero desde hace mucho tiempo no era cumplido, lo que atraía la aplicación de los castigos severos, aun el castigo con la muerte. El castigo se podía aplicar por cualquier otro noble que constataba la violación del código por hechos reprobables.
Los miembros de las órdenes caballerescas juraban cumplir las reglas estrictas de la Orden a cual pertenecían, lo que ha hecho convertirse en ejemplos de nobleza y caballerismo.
En los últimos siglos, las reglas del código nobiliario han sufrido modificaciones y adaptaciones a los tiempos modernos, pero los principios y los valores espirituales y los morales de la educación, del comportamiento y de la actitud aristócrata han sido los mismos, siendo copiados, algunos de ellos, por las familias burguesas y de gran intelectualidad. La noción de nobleza ha adquirido un elevado contenido, destacado, como ideal de educación y comportamiento frente a las demás personas. Por lo tanto, el título nobiliario registraba y establecía practicamente una alta educación que era puesta en evidencia por la actitud de la persona frente a los miembros de la sociedad.
Abro los ojos, miro por la ventana el cielo claro de la tarde y pienso en mis amigos, en nuestros conocidos de París y Barcelona, y de muchos otros lugares. Personas de diversas profesiones, con diferentes grados de preparación y con educación tradicional, recibida en las escuelas consagradas. Personas buenas en las que puedes confiar y antes de todo, personas educadas, amables, benévolas. Luego, regreso con el pensamiento en la educación , en la nobleza…
Las virtudes de un espíritu noble, (adquiridas por una educación especial), de la nobleza en pensamiento, actitud y comportamiento, no son el privilegio solamente de los que tienen sangre noble, sino también pertenece a todos los hombre, sin título de nobleza, pero educados en el espíritu de estos altos valores morales. Puedes tener una nobleza espiritual autentica, un pensamiento lleno de nobleza, una actitud, un comportamiento distinguido, lleno de cortesía, sin pertenecer a una familia nobiliaria, porque los altos valores morales, espirituales, la actitud, el comportamiento formados mediante la educación en el espíritu de la discreción , constituye una verdadera nobleza. Es justo la nobleza del espíritu.
La educación puede ser apreciada como un medio por el cual el hombre adquiere la nobleza, si miramos la nobleza como un ideal del pensamiento y de la actitud humana. La educación y la autoeducación, cuales empiezan desde el nacimiento del niño, en familia, continuada y completada en la escuela(con las formas y los grados de escolaridad , enseñanza e instrucción escolar), en el entorno y el ambiente social del joven, en el entorno profesional, cultural, artistico.
La educación, la formación del hombre para resistir con decisión y distincción las pruebas de la vida, se desarrolla toda la vida, en y para la familia y vida social, la sociedad en la cual el hombre encuentra su lugar que le corresponde y se integra como miembro de la categoria social para cual está educado y formado. Psicosociologicamente hablando, la comunidad humana, la sociedad, está estructurada como una consecuencia histórica, en categorias sociales según ocupación, nivel de formación profesional, condición material, etcétera. Nos damos cuenta con facilidad que la educación y la formación intelectual determina la posición social de la persona ,por último, la manera y el nivel de la vida cotidiana en cual se integra.
La falta de educación del niño, ya convertido en joven, luego adulto, conlleva a la integración de éste en un ámbito marginal, en cual crecerán más tarde también sus niños.
Entendemos de esta manera que la educación, la buena educación,es esencial para la formación del carácter, de la personalidad del futuro adulto y su integración en un entorno social elevado. La buena educación es la misión, el papel de la familia, los padres siendo los que abren el camino en la vida del niño, lo apoyan, lo orientan para el desarrollo de la personalidad de éste, conforme a los principios y a los valores morales que ellos mismos los han asimilado.
Es verdad que también la autoeducación tiene un gran papel en el desarrollo de la personalidad humana. La autoeducación que ayuda al hombre, aun desde la infancia, que aprenda superar permanentemente su condición y volverse en una personalidad llena de nobleza.
El alcance de un alto nivel de pensamiento y comportamiento conlleva a lo que se denomina nobleza del espíritu , como ya he dicho antes, un sumum de grandes valores humanos, que los he enumerado anteriormente. Un hombre de alta clase intelectual y espiritual, es un hombre noble, beneficiario y a su turno, creador de bien y de hermoso para él y para la sociedad. Las élites intelectuales, artísticas, profesionales,son en general también espíritus nobles, ellas ofreces sin interés, ayuda, buena voluntad, protección de sus compañeros necesitados. Un alma noble, cuanto más grande es, más se manifiesta más modesta y comprensiva con los demás.
Nunca he hecho diferencia entre personas, solamente que noto el papel decisivo y determinante de la educación para el desarrollo intelectual, espiritual de cada quien. Pero ella, la diferencia, existe y se manifiesta; es la diferencia entre profesiones, nivel de formación intelectual y profesional, el nivel de educación, etcétera. Depende de cada uno de nosotros si esta diferencia entre personas es más grande o más pequeña y que no conlleva a la discriminación y prejuicios.
Volteo mi mirada sobre la mesa al lado del sillón, donde he dejado los dos libros. Uno de ellos es la novela „El Cetro de los Caballeros Hospitalarios”, que tiene como tema la historia de una antigua familia francesa, de Provenza, cerca de Marsella y cual forma parte de la Orden Hospitalaria, desde la fundación de esta, hasta hoy en día. Generación tras generación, los miembros de la familia de Chamont han transmitido unos a los otros las virtudes hospitalarias y la nobleza caballeresca, la nobleza de su espíritu. Ellos han pasado por situaciones peligrosas, llenas de misterio, de acontecimientos paranormales, ayudados justo por la educación que han recibido , por medio de valentía, decisión y lealtad. Y los misterios antiguos, desde los comienzos de la existencia de la Orden Hospitalaria, están desatados hoy en día. Las tradiciones y las antiguas costumbres locales muestran justo la importancia de la familia tradicional, el papel de la educación en la formación y el desarrollo del espíritu de nobleza. Por consecuencia también los libros pueden tener una nobleza suya, entonces cuando el mensaje educativo es elocuente y formativo. Sí, memorizaré esta expresión, la nobleza del libro, que utilizaré como mi lema y lema de mis libros.
El segundo libro que he llevado conmigo es „Los Fantasmas de Tarragona”. Una novela histórica sobre la vida, los dramas y las alegrías de la noble Melissa de Gadara i Salou, una verdadera Juana de Arco ibérica, participante a la guerra de Reconquista después de haber sido raptada por los moros. Un libro sobre fe, educación, lealtad y esperanza, sobre familia y las tradiciones catalanas. Y desde luego, sobre espiritualidad y educación, un libro con personalidad, que muestra su nobleza desde las primeras páginas.
Dos libros, sobre dos lugares diferentes, Tarragona y Marsella, sobre personas diferentes, pero con un denominador común: el papel de la educación en el espíritu de los valores, de las virtudes morales, de las tradiciones y de su continuidad, de la nobleza espiritual específica de las personas de estos lugares y no solamente esto.
La nobleza…mediante educación,autoeducación… Nociones mucho más complejas, más amplias que parecen a primera vista. Designan un estado de ánimo , una manera de pensar, una modalidad de vida. Significa un ideal de la persona civilizada.
Mis pensamientos están interrumpidos por una voz. Por medio de la estación del avión, los pasajeros han sido avisados que deben prepararse para el aterrizaje. Me estremezco y miro mi reloj. ¡Qué rápido ha pasado el tiempo! Llevado por mis pensamientos, hice un largo, hermoso e interesante viaje espiritual, para el reencuentro y la definición de un ideal del espíritu humano, la nobleza. Y siento una alegría, la alegría que estoy aquí en el avión junto a Cornelia, la alegría de que he recibido la amistad de unas personas especiales que tienen la nobleza hospitalaria.
„Hemos viajado bien”, ha dicho Cornelia, sonriendo. „Sabes, quisiera volver a ver antes de regresar a Barcelona, la Isla Malta. El fuerte, la catedral, el palacio del gran maestro. Y sentir el ambiente, el ambiente medieval de La Valetta. La nobleza de la ciudad.¿ Qué te parece ?” me ha preguntado mostrándome las esplendidas fotografías de la revista de turismo que la había leído.¿ Qué podía decir ?
Algo más tarde, allá, en el aeropuerto,la puerta de París, de donde empiezan todos los viajes hacia todo el mundo, noto nuevamente la plena libertad del espíritu , la libertad de viajar en cualquier lado, más allá del tiempo y del espacio, en el camino del autoconocimiento, hacia las puertas del divino.
Barcelona 2016
Copyright©2016 Autor Michaël Riche-Villmont
[1] Dex 98
[2] Véase Michael Riche-Villmont, El Misterioso Templario Hugues de Payens, 2016, ed. Set things,
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